Con sangre e intimidación pública, las organizaciones dedicadas al narcotráfico en Rosario buscan restablecer un acuerdo de convivencia que mantuvieron por años con parte de la policía provincial, la política y la justicia. El autor asegura que el fenómeno replica el ocurrido en Italia a finales de los ’80. Y advierte sobre la necesidad de impedir que ese pacto se reescriba.